domingo, 14 de enero de 2018

"Dies Horribilis" - por Hermógenes Pérez de Arce

          Para los que somos de derecha y admiramos el legado de la Revolución Militar Chilena que derrotó a la violencia marxista y cambió de status al país, dotándolo de una democracia protegida, próspera y estable, estos días de permanencia de Su Santidad el Papa Francisco en Chile prometen ser, cada uno, dies horribilis.

          Leyendo el libro de Axel Kaiser, “El Papa y el Capitalismo”, me he enterado de hasta qué punto nuestro pastor máximo (lo digo como católico) es un jesuita de izquierda, perdonando la redundancia. Confieso no haber leído su encíclica “Laudato si’” ni su carta “Evangelii gaudium”, pero los párrafos de ambas incluidos en el libro de Kaiser son dignos de esa pro-mujer de extrema izquierda llamada Michelle Bachelet, a quien aprovecho de agradecer su tranquilizadora aclaración en el sentido de que no postulará a un tercer mandato presidencial. Porque, conociendo como conozco a los chilenos, sé que son perfectamente capaces de elegirla por tercera vez.

          He aquí una perla franciscana: “Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, los de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibro proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho al control de los Estados, encargados de velar por el bien común”. ¿No es un llamado a Maduro a ejercitar su benéfico control para “mejorar” los mercados?

          O esta otra: “La gente emigra buscando. Porque los sistemas liberales no dan posibilidades de trabajo y favorecen delincuencias”. ¡Cree que los salvadoreños y haitianos que quieren entrar a los Estados Unidos huyen de sistemas liberales y quieren llegar a un régimen socialista! ¡Cree que los 128 mil venezolanos llegados a Chile últimamente han venido huyendo del liberalismo! ¿En qué planeta vive el Papa? (Por algo así se titula un libro sobre él).

          Un Sumo Pontífice que profesa ideales socio-económicos tan semejantes a los de nuestro Frente Amplio es probable que tenga una visión de la política y de la historia de Chile similar a la de esa misma agrupación de catorce partidos.

          Entonces es seguro que va a recibir a “víctimas de la dictadura”, pero no va a visitar a los chilenos más vulnerables y discriminados de nuestra sociedad, como son los ancianos de Punta Peuco, a los cuales no se les aplican las leyes que los favorecen, se les juzga contra todo derecho y, una vez encarcelados ilegalmente, ni siquiera se les respetan sus derechos penitenciarios, propios de todos los demás reos.

          Si el Papa condena “el descarte”, como llama la situación de los más pobres en las economías de mercado afectadas por el consumismo, por lógica debería visitar a los presos de Punta Peuco, los más “descartados” de nuestra sociedad”, como lo sugerí en columna anterior ("El Papa Visitará Punta Peuco"), que mucha gente me ha preguntado si fue escrita en serio o como una ironía. La respuesta es que la escribí en serio, pensando que el Papa efectivamente se preocupa de los más débiles y discriminados, que en nuestro país son, sin duda, los presos políticos militares.

          Esto me trae al punto esencial del debate político contemporáneo, en el cual  Francisco es protagonista: ¿debe una personalidad nacional o mundial o un partido político “abrirse” –como llaman ahora— a las ideas que están más en boga y que la mayoría profesa (es decir, a las que son “políticamente correctas”)? ¿O debe hablar y actuar de acuerdo a lo que realmente piensa, sabe, cree y profesa?

          Si el Papa piensa como lo expresa en "Laudato si’" y "Evangelii Gaudium", es decir, si comulga con el evangelio económico-social del Frente Amplio; y si  comparte la visión de nuestra historia reciente que propaga la izquierda y acoge a las “víctimas de la dictadura”, haciendo como que Punta Peuco no existe, termino repitiendo el párrafo con que comencé este comentario: “para los que somos de derecha y admiramos el legado de la Revolución Militar Chilena que derrotó a la violencia marxista y cambió de status al país, dotándolo de una democracia protegida, próspera y estable, estos días de permanencia de Su Santidad el Papa Francisco en Chile prometen ser, cada uno, dies horribilis.”

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.cl/2018/01/dies-horribilis.html

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