Creo que tampoco es un ataque de falsa bandera, sino un atentado por encargo, o al menos, un atentado que se iba a producir de todas formas, y que elementos políticos contrarios al Brexit dentro de los servicios de seguridad británicos, decidieron no evitar.
¿Todo suena muy fantasioso? Puede ser. Pero recordemos que la realidad puede ser más extrema que cualquier ficción.
En Chile somos más modestos. Los actos terroristas son más artesanales. Bidones de combustible, incendios, tomas de terrenos en medio de gritos y asaltos camineros al más puro estilo colombiano. Todo muy latinoamericano.
Lo único que nos une al terrorismo internacional (además de los europeos y colombianos infiltrados en la Araucanía) , es que también tenemos políticos y operadores que simpatizan e incluso pueden formar parte de estos movimientos criminales, tal como sucede en los países desarrollados. Infiltrados hay en todas partes.
La misma presidenta proviene de esos grupúsculos criminales, así como varios de sus asesores y compinches más cercanos. Por eso toleran, apoyan, o hacen la vista gorda ante “acciones reivindicatorias”.
El enemigo, generalmente está dentro, pero no nos damos cuenta.
Fuente: https://blog-de-maximo.blogspot.cl/2017/06/enemigo-interno.html
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