jueves, 15 de junio de 2017

SE LE "COLÓ" UN DETALLE - por Máximo


Alejandro Guillier quiere ser presidente aunque no es político. Guillier escucha la voz del pueblo, quiere un gobierno ciudadano y continuará la obra inconclusa de Bachelet, que a su vez pretende continuar la obra inconclusa de Allende, el que como ya sabemos, intentó terminar la obra inconclusa de Lenin y compañía.

Ahora sabemos que Guillier tiene un programa de desgobierno. Uno de sus puntos estratégicos es terminar con la flotación libre del dólar, es decir, pretende decidir por sí y ante sí el precio de la moneda del imperio. Probablemente hará una consulta ciudadana con sus bases, y mediante cabildos ciudadanos se decidirá a mano alzada el precio de los billetes verdes.

Como sabemos todos -incluso lo debe saber Guillier- el dinero se inventó hace mucho años con el fin de evitar que un señor que producía tomates, fuera por la vida con un cajón al hombro para intercambiarlo por tres gallinas. Esto no solo porque el cajón de tomates no cabe en la billetera, sino porque justamente el señor que vende gallinas no quiere tomates, sino manzanas.

Así las cosas, la racionalidad humana – que a veces existe, aunque muy lejos de Barbarilandia- inventó las monedas, principalmente de oro y plata, para poder intercambiarlas por lo que uno quisiera. Luego, estas fueron expropiadas, y los Bancos Centrales las cambiaron por unos papelitos de colores llamados billetes.

Así llegamos hasta el sistema financiero que hoy nos rige. La FED decide cuantos billetes imprime, por lo tanto decide cuánto valen los tomates, las manzanas y las gallinas. Si imprimen mas billetes, las manzanas, tomates y gallinas valen más, y si retiran billetes de circulación, estos productos valen menos.

En conclusión, Alejandro Guillier, el candidato que no es político y a todas luces no solo no es economista sino que además no es racional, pretende fijar los precios de los tomates, manzanas y gallinas. El candidato ciudadano regresó a los años ´60, con Prebisch y la Cepal a cuestas.

Guillier pretende, entre otras gracias, gastar en obras públicas, “industrializar el país”, fijar el precio del dólar y por lo tanto de las cosas que va a producir y su supone exportar, y el resto del mundo se las comprará ya que él tiene el plan perfecto para que esto ocurra ¡Como no se me ocurrió a mi antes!.


Claro que al hombre que escucha la voz del pueblo se le “coló” un detalle, la máquina que imprime dólares está en el imperio azufrado, no en Barbarilandia, por lo tanto él no puede fijar el precio de nada. Guillier tendrá que continuar buscando la “solución a los problemas reales de la gente” durante un tiempo más.

Fuente: https://blog-de-maximo.blogspot.cl/2017/06/se-le-colo-un-detalle.html

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