martes, 27 de junio de 2017

Le Voy a Desobedecer a mi Candidato por Hermógenes Pérez de Arce


          Mi candidato es José Antonio Kast, el único de derecha, del “Sí”, manos limpias, sin boletas ni facturas truchas, defensor del legado del Gobierno Militar que no tenía “problema mapuche” (ganó el “Sí” en la Araucanía), bajo el cual delincuentes y terroristas recibían lo suyo, los jueces no se atrevían a prevaricar (y por lo tanto no había presos políticos militares); en fin, del gobierno que dejó a Chile como “la joya más preciada de la corona latinoamericana” (Clinton, 1991).

          Mi candidato ha sugerido no ir a votar a las primarias de “ChileVamos”, pero no le haré caso, porque siempre estaré listo para librar a mi Patria de cualquier amenaza de un mal mayor, representado en este caso por quien encabeza las encuestas y puede ganar la primaria, el exponente de todo lo contrario de mi candidato, es decir, un heredero del “No”, detractor del Gobierno Militar, cómplice activo de la prevaricación y de la prisión política de los militares, que tiene su alma donde está la mayor parte de su dinero, es decir, en paraísos fiscales, y que batió el récord en materia de facturas truchas cuando desvió parte de los fondos que le dieron empresas a través de ellas, no a su elección, sino a lucrar pagando bonos de desempeño a ejecutivos de una de sus empresas.

Entonces votaré el domingo por Ossandón, que es de derecha, fue del “Sí” y alcalde de una comuna de izquierda donde primero sacó 40%, después 60% y finalmente 70% de los votos. Así es que, de saber gobernar, sabe. “Por sus frutos los conoceréis”. Además, tiene las manos limpias, cosa que a mí me importa, si bien en el país (y, lo peor, en la derecha) ha ido perdiendo importancia. Dicen que le faltan estudios, pero no creo que tenga menos que Ronald Reagan, un actor de derecha que hizo los mejores dos gobiernos norteamericanos del siglo XX.

Algunos dicen que Piñera creó muchos empleos, pero no fue él: sólo aprovechó el impulso fiscal y monetario de Andrés Velasco en 2009 (aumento del gasto fiscal en un inédito 16,5% y de la inversión pública en un también inédito 25,1%) que permitieron crear 500 mil empleos en 2010. Nada de esto pasó en 2017. Con Piñera olvídense de muchos más empleos en 2018. Pero después Piñera, en su gobierno, endeudó al Estado (50% de aumento de la deuda pública como porcentaje del PIB), bajó la penalidad a los atentados incendiarios, lo que culminó en la muerte de un matrimonio quemado dentro de su casa en la Araucanía; hizo caer al país en el ránking de competitividad y, al revés de Ossandón, que fue subiendo en votos, su gobierno bajó y perdió la elección de 2013 con un 38%, contra 62% de sus adversarios. “Por sus frutos los conoceréis”.

          En cuanto a Felipe Kast, la otra opción del domingo, no votaría por él después de informarme en su franja que, según dice, hay que hablar de “dictadura” y no de “Gobierno Militar” y que sus personajes más admirados son, entre otros (ninguno de derecha) Patricio Aylwin (el primer perseguidor de  militares, después de haberlos azuzado; el segundo fue Piñera) y el padre Felipe Berríos (sin comentarios).
       
          Por eso votaré el domingo por Ossandón y el 19 de noviembre por José Antonio Kast, confiando en que Piñera pierda el domingo y deje para siempre la política y se vaya a contar billetes a un paraíso fiscal, mientras acá arreglamos los problemas que crearon él mismo y el gobierno que lo sucedió, con sus alzas tributarias sucesivas, caída del ahorro, creación de ministerios superfluos y la persecución a los militares que salvaron a Chile del terrorismo de izquierda y del subsecuente régimen totalitario.
     
          En fin, también votaré el domingo por Ossandón porque prefiero que mi candidato compita con un ganador de la primaria que sea un tipo decente y de derecha, que no mienta ni haga trampas ni chistes malos, sobre todo si son ajenos y viejos.



Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.cl/2017/06/le-voy-desobedecer-mi-candidato.html

No hay comentarios.:

Publicar un comentario