Por supuesto, ésa es la médula de la contradicción vital que vive la derecha. Esta última fue la espina dorsal civil del Gobierno Militar que aplicó políticas de derecha y por eso fue muy exitoso. Eso no lo desconoce nadie.
Pero, como afirmó el historiador Paul Johnson y es por lo demás evidente, el KGB soviético se dedicó a demonizar a Pinochet y tuvo éxito, sobre la base de una mera consigna: la acusación de que cometía “atropellos a los derechos humanos”. Y el éxito del KGB se patentiza en que hoy hasta Benjamín Mackenna repita la consigna o que Harold Mayne-Nicholls, otro personaje del “Sí”, hiciera hace poco un acto de contrición en “La Tercera” por haber votado “Sí”; o que Manuel Blanco, otro ex partidario más, escribiera días atrás en carta a “El Mercurio”, a raíz de la champaña destapada el 11 de septiembre del ’73: “nadie celebraba las consecuencias posteriores”, como si hubieran sido desastrosas; o, en fin, que el domingo el columnista de derecha, Joaquín García-Huidobro, escribiera en “El Mercurio” sobre “la clemencia que nadie tuvo” con el padre de Bachelet (que murió jugando básquetbol en la cárcel, donde estaba por conspirar con la extrema izquierda para tomar por asalto la base El Bosque); tras lo cual el mismo columnista hace un mea culpa: “nos gustaría haber sido más diligentes para informarnos y haber contribuido, al menos un poco, a mitigar el dolor de unas personas que, aunque en algunos casos no eran del todo inocentes, merecían otro trato”. Olvidado ya el miedo que había cuando Frei proclamaba (Acta Rivera) “esto se arregla sólo con fusiles” y conminaba a un general activo, diciéndole: “ustedes tienen las bayonetas, pero no las usan”. Es que “el miedo es cosa viva”.
Simultáneamente con todos estos testimonios de que la derecha ha comprado la versión del KGB, ha aparecido en la revista de José Piñera, “Economía y Sociedad”, que lamentablemente sólo puede adquirirse por suscripción, un “dossier” que va a provocar espasmos de horror en los “arrepentidos” y su candidato, irredento promotor del “No”, de la falsificación histórica y de la persecución contra los militares.
El “dossier” de “Economía y Sociedad” N° 92 contiene, desde luego, el “Acta Rivera”, de julio de 1973, donde Eduardo Frei Montalva aparece afirmando lo que antes señalé, pero además tiene la genialidad de equiparar el Acuerdo de la Cámara que llamó a los militares a intervenir, denunciando los atropellos de Allende, con la carta de Thomas Jefferson al rey de Inglaterra detallando las ilegalidades que justificaban la rebelión en su contra.
Otra “perla” del estado de ánimo nacional en esos tiempos fue la confesión del Cardenal Silva Henríquez, “of all people”, a William Thayer, que éste dio a conocer en sus memorias, cuando le dijo, en los días siguientes al 11, que si no fuera por los militares “nos habrían asesinado” y el Cardenal le replicó: “No sólo a ustedes, sino a mí también”. (Citado en el libro de Adolfo Paúl, “Prevaricato”, de próxima aparición).
Es que, cuando tenemos miedo, somos muy distintos que cuando se nos ha pasado y nos olvidamos de quienes nos libraron de él. Ahora no sólo los derechistas sino, por supuesto, los kerenskys hacen gárgaras con “los atropellos a los derechos humanos” y se convierten en escuderos del personaje que ha sido el peor cuchillo para los militares y cómplice activo de la prevaricación contra los mismos.
Un paréntesis: he comprobado que cuando critico a ese sujeto los lectores de este blog disminuyen. Pero me consuelo comprobando que siempre lo siguen leyendo las mil personas que importan en este país. El otro día establecí las evidentes presunciones del soborno para “dar vuelta diputados”, con el resultado de que, al denunciarlo aquí y en mi columna de “Estrategia”, y verse así expuestos los que se daban vuelta, tuvieron que dejar de hacerlo y votar como era debido. Yo entonces hice el blog y la columna titulados “Milagro en la Cámara de Diputados”, pues, por una vez, en la comisión investigadora del caso Exalmar los diputados de la DC y la izquierda no se dieron vuelta a favor de Piñera. Y este párrafo del artículo de Liberty Valance, en la revista “Sábado” de El Mercurio” del 19 de agosto, titulado “Universo DC”, revela que ese autor, al menos, me leyó: “Marcelo Chávez: Una de sus votaciones fue calificada de milagrosa, con justa razón, porque por milagro es diputado y es difícil que se repita”.
No es necesario que se me agradezca el servicio prestado por poner en evidencia el soborno. No lo necesito. Pero queda de manifiesto que, aunque los partidarios del sobornador dejen de leerme, siempre lo siguen haciendo “las mil personas que importan” y ello contribuye a que el tumor quede a la vista.
Fuente: https://blogdehermogenes.blogspot.cl/2017/08/la-contradiccion-vital-de-la-derecha.html
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