
General de Ejercito
Humberto Oviedo Arriagada.
Se nos trata de humillar ante el país, nuestras familias y camaradas y vemos impávidos como se nos bombardea con reportajes y noticias falsas o distorsionadas, que solo buscan el odio.
Lamentablemente, Usted ha estado absolutamente ausente y se ha guardado un pusilánime silencio institucional. Ya no nos convence la manida frase de "Que se están haciendo cosas".
Desgraciadamente, no se observa ni una palabra de aliento o de apoyo, ni tampoco alguna gestión por esos "camaradas caídos" enfermos y aquellos abandonados a su suerte en esta perversa "masacre judicial" en donde algunos jueces parecieran competir por quien condena con más años de cárcel.
Es así, como cada vez más militares caen prisioneros con leyes aplicadas por hechos anteriores al reconocimiento del Estatuto de Roma; sin reconocerles derechos básicos como el debido proceso, la presunción de inocencia y procesos justos; porque al fin, lo que se persigue, es la venganza y el deleite morboso, perturbado y patológico de verlos morir tras las rejas.
¡Nos están aplicando la experiencia alemana con el Holocausto, ignorando las circunstancias de nuestra Historia; y el Ejército de Chile, mira desde la galería como todos esos políticos miserables que ayer nos alentaban y gobernaron con nosotros desde el primer día, que hablaban de "inequidad ante la justicia", "persecución implacable a todo uniformado", y hoy los mismos, nos desconocen y nos condenan desde sus elevados cargos)
Los hoy día procesados y encarcelados, no éramos una tropilla de baguales indisciplinados agrupados en asociaciones ilícitas, sin formación, sin jerarquía, sin mandos responsables y donde cada uno hacía lo que quería.
¡Éramos soldados del Ejército de Chile y esa condición no se puede desconocer y nuestra Institución ignorar!
Sr. General, lamentablemente la voz del Ejército personificada en Usted, no se escucha.
Las situaciones por las cuales pasan sus camaradas de armas; los que fueron sus compañeros, sus instructores, sus superiores, sus amigos, se inclinan a no conmoverlo y lo que es peor no interesarle, y parece ser ésa la orientación institucional.
Indigna ver la página web del Ejército con motivo de sus 206 años de existencia, en que se le dedican 5 líneas en total al Gobierno Militar y a los conflictos del 74 y 78, que fue la única oportunidad en el siglo XX en que bravos soldados vivieron meses en las trincheras hasta que se logró la paz.
¡5 líneas... qué vergüenza, qué ingratitud, qué infidelidad!
No quisiera pensar que nuestra castigada generación será el chivo expiatorio y ejemplo para que el Ejército de Chile rompa y se sacuda de su pasado reciente, condenándola y estigmatizándola ante los futuros oficiales y suboficiales. Somos parte de la gloria del pasado reciente del Ejército, con nuestros aciertos y nuestros errores. pero protagonistas y orgullosos de nuestra tarea.
El Ejército no es aquel que hoy está formado en el patio. Lo componemos todos, y nosotros, los hombres en retiro. Somos la expresión de las tradiciones, los valores, los principios, la historia. ¡el ejemplo! ... ¡En cualquier tiempo!
Estimado General Humberto Oviedo, mañana estará en el retiro por el resto de su vida y el no haber ayudado a sus camaradas abandonados se convertirá en su propia aflicción.
Por lealtad a ellos, "haga más allá de su deber".
Todos esperamos que sea el Ejército y, ojalá las FFAA, las que hagan presente en forma firme que no se puede continuar abusando de las leyes. sin la imparcialidad suficiente y teniendo solo como norte el odio, el revanchismo y la venganza.
Siempre el camino del deber está señalizado como el más difícil y no solo se es responsable de lo que se hace sino de lo que no se hace, de lo que no se defiende y de lo que se calla.
Usted tiene la inteligencia, el criterio e intactos sus valores militares, solo falta la inquebrantable voluntad de asumir la responsabilidad que su tiempo le exige.
Lo saluda con especial aprecio,
Hernán Núñez Manríquez,
General (R)
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