jueves, 1 de noviembre de 2018

Marcha por Jesús - El ataque de la izquierda liberticida



El pasado sábado 27 de Octubre, la "#MarchaPorJesús" fue atacada por un grupo de alrededor de 150 a 250 "#Antifas", o "#antifascistas", cuya ideología es la misma que motiva la acción de los grupos del mismo nombre en EEUU, y cuyo financiamiento siempre es el mismo: #GeorgeSoros.

Se autodenominan como "antisistema", sin darse cuenta de que ellos representan al sistema. Hollywood promueve sus antivalores contra la familia, los medios ocultan sus actos de violencia, los políticos progresistas de la izquierda estatista y totalitaria los financian y dirigen a su antojo.

Ellos, que marchan a favor del #GenocidioAbortista, que votan por políticos garantistas que defienden la criminalidad, en desmedro de las víctimas, que se manifiestan "en contra del capital y del libre comercio", mientras usan ropa de marca y smartphones de alta gama, ellos SON EL SISTEMA.

Sus representaciones teatrales basadas en la victimología son tan contradictorias que piden que el Estado se haga cargo de todos y cada uno de los aspectos de la vida (y la muerte) humana, mientras que al mismo tiempo, agreden a las Policías y Carabineros, quienes precisamente representan al Estado.

Cada vez que Carabineros reacciona y responde, ellos alegan entonces "uso desmedido de la fuerza". Los avalan ONG´s y burocracias inútiles y politizadas, cuya acción cobarde encierra a los funcionarios policiales en la disyuntiva fatal en la que si disparan, terminan en la cárcel, pero si no disparan, terminan en el cementerio.

Ellos, los que defienden al sistema político, al Foro de Sao Paulo, a la Clinton Foundation, a las Open Societies, ellos, el sábado 27 se reunieron en la calle, recogieron piedras, palos, armaron bombas Molotov y fueron a atacar a quienes dedican sus vidas diarias a producir, a estudiar, a construir sus hogares y sus familias.

Las personas que se reunieron en la #MarchaPorJesús no han dedicado sus vidas al proselitismo político, no esperan vivir de las migajas de un Estado paternalista y burocrático, no quieren participar en ninguna de las revoluciones fratricidas e inútiles con las que la izquierda ha matado a decenas de millones de personas.

Esas personas adhieren al marco moral judeo - cristiano, al Evangelio de Cristo y a la Regla de Oro que el mismo mesías declaró, al enseñar: "trata a los demás como te gustaría que te trataran a tí". Adhieren al libre comercio, al trabajo honesto y en definitiva, a única la receta política y social que ha logrado reducir la pobreza, basada en los pilares del respeto a la vida, a la propiedad privada y a la libertad y responsabilidad individual.

Los asistentes a la #MarchaPorJesús fueron en familia, con sus bebés, sus niños, sus abuelos.

Las piedras, los palos y el ataque cobarde del grupo "#antifa" fue contra ellos. La izquierda puso en práctica "en terreno" sus políticas liberticidas, al enviar a sus hordas llenas de odio contra los demás y contra sí mismos, a agredir y a dañar a quienes solo desean defender su derecho a educar a sus hijos e hijas, libres de la herencia corrupta de sicópatas como #AlfredKinsey, #Focault, #Sartre, #Money, #MargaretSanger y tantos otros destructores de la #CivilizaciónOccidental.

Al día siguiente, sin embargo, el mundo fue testigo de la respuesta de la misma #MayoríaSilenciosa, pero esta vez en #Brasil. #JairBolsonaro salía electo #PresidenteDeBrasil, elegido por quienes en Brasil defienden los mismos principios y valores de quienes tuvieron que soportar el ataque de la izquierda en Chile, el día anterior.

El silencio de los medios, la nula respuesta de la "Alta Comisionada de los Derechos Humanos", la corrupta y abortera Michele Bachelet, junto con la aberrante acción de la jueza Karen Atala, reconocida militante del lobby homosexualista y feminista radical, al liberar a los violentistas detenidos, no hace sino confirmar de que el sistema posmodernista basado en las mentiras y fraudes políticos de la izquierda castrista, está crujiendo y comenzando a caer en latinoamérica.

Quienes antes eran proletarios, hoy han llegado a ser propietarios y ya no comulgan con las ruedas de carreta de los revolucionarios que hoy marchan con las banderas lgbt, pero que hace pocas décadas atrás, encerraban a los homosexuales a campos de concentración.

Las izquierdas se están quedando sin relato y sin bases políticas y si hay alguien que todavía las apoya, es porque es muy ignorante, o porque está demasiado contaminado por una verdadera "humanofobia", que se expresa en el odio contra toda la lógica, contra toda la racionalidad y contra los únicos y fundamentales valores que le dan significado a la existencia humana: el amor y la verdad.

Contra toda forma de tiranía.

01.- Cyborg Patriota - Canal 13 Fake News:

02.- La Reforma y la Libertad - César Vidal

03.- El Mundo de Orwell - César Vidal

04.- El Patriota - Reacciones a la Marcha

#MarchaPorJesús #MarchaPorLaVida #ConMisHijosNoTeMetas #MenosEstadoMasFamilia #NoAlForoDeSaoPaulo

Fuente: https://www.facebook.com/infoguerras/posts/2143455435914672

domingo, 28 de octubre de 2018

Bolsonaro - ¿Quién te acusa?


Bolsonaro es el "Asesino" que nunca mató a nadie,
El primer "Dictador" que siempre fue electo en su cargo;
El "Homofóbico" que recibe besos y abrazos de los homosexuales;
El "Nazi" que empuña la bandera de Israel; es el "Nazi" que defiende a la comunidad judía y es ovacionado...


El "Racista" que tiene a Helio Bolsonaro, un negro, como uno de sus mejores amigos desde hace varios años.
Es el "Violento", a quien le tiraron purpurina, huevos, le escupieron en la cara y además, lo apuñalaron en el abdomen... Y nunca reaccionó, ni agredió físicamente a nadie.
Es el "Mentiroso", que sólo habla las verdades aunque duelan;
Es el "Loco", que declara de que los criminales deben ser tratados como criminales;

Es el "Violador", que está contra la violación y contra el crimen del aborto;
Es el "Radical y Ultraderechista", que defiende el derecho ciudadano de proteger a su familia y su propiedad;
El "Asno", que honesta e inteligentemente, admite cuando no entiende un determinado asunto;
El único "Corrupto", que no tiene ningún proceso de corrupción en contra, después de 27 años trabajando en el ambiente político más corrupto del mundo.

Es el "Candidato de los Ricos", que hizo una de las campañas más pobres de la historia.
El "Millonario" que tiene menos inmuebles que sus enemigos políticos "progresistas";
El "Político más Burro", pues anuncia sus principales Ministros al pueblo, incluso antes del final de la primera vuelta, no dejando margen para negociar en la segunda vuelta.
Es el "Prepotente", que no negocia con cargos en los partidos políticos, a cambio de tiempo de TV.

¡Este es Jair Bolsonaro!

Que Paradoja para los Progres...

Tiempos de cambios.

domingo, 22 de abril de 2018

Carta Abierta a Chile Vamos acerca del Diputado Urrutia

Linares 21 de Abril de 2018

SEÑORES MINISTROS DE ESTADO, SENADORES, DIPUTADOS Y POLÍTICOS EN GENERAL DE “CHILE VAMOS”.

PRESENTE

Con todo el respeto que se merecen, por haber cambiado un poco el ambiente de inseguridad en que vivíamos bajo el corrupto e inoperante desgobierno de Michel Bachelet Jeria, tengo  el deber de chileno y amante de su patria,  de alzar la voz en defensa del que pareciera ser el único Parlamentario en Chile con la capacidad de decir la verdad, sin rodeos, de frente y con valentía.

Me refiero al gran Diputado Ignacio Urrutia Bonilla, que ganó las últimas elecciones con primera mayoría en mi Región, y créanme que no fue por subirse al tren del resto, donde es imperativo decir lo políticamente correcto, aun cuando esto sea avalar la gran mentira que nos ha nublado y dividido por décadas.

Todos saben que dijo una verdad indesmentible, que debiera llenarnos de vergüenza, pero ninguno lo apoyó.

El desconcierto con ustedes es cada día mayor, porque en este tema hay solo dos posibilidades: o son tontos ignorantes o cobardes oportunistas.

Cualquiera de las dos es ofensiva para los que no lo somos, y ustedes dan señales solo en esos dos sentidos.

¿Cómo no van a saber que el sanguinario terrorista homicida  Teillier, alias Sebastián Larraín  es uno de los miles de beneficiarios de las prebendas millonarias de la empresa “derechos humanos”?

¿Cómo no van a saber que el asesino de don Simón Yevenes, el terrorista Hugo Gómez Peña o el homicida de don Jaime Guzmán Errázuriz, el terrorista Galvarino Apablaza reciben pensiones por reparación?

¿En qué mundo viven?

Son miles los casos como este, desde que la corruptela judicial marxista determinó que el Frente Terrorista M. R., el MIR, el Frente Terrorista Lautaro, etc., son “Empresas”, y sus integrantes los pobres e inocentes trabajadores que perdieron su fuente laboral, cuando los malvados Militares tomaron el poder,  restableciendo el orden Constitucional y Jurídico del país.

Y son miles los casos de falsos exonerados, torturados y desaparecidos, que tienen al país en ruina, con una deuda externa que ningún experto contador es capaz de leer, pero que sin embargo, ningún medio de comunicación, gobierno o partido político ha tenido el interés  de denunciar.

Han atacado cualquier intento por decir lo políticamente incómodo, como el reportaje de canal 13 sacado del aire sobre los falsos exonerados, donde dentro de otras cosas aparecían ilustrísimos señores o señoras, que en la época tenían menos de 10 años o aún no nacían.

¿Por qué nadie se atreve a tratar el tema?

Porque sería el escándalo más grande de la historia del país, y estas minorías letales, nocivas y destructivas, pesan más que todos ustedes juntos.

Por esa razón es que un valiente Diputado Urrutia siempre estará solo en esa degradante y deshonesta sala, pero no en Chile, donde millones de patriotas esperamos sus intervenciones en pos de la verdad histórica.

Agradezco a Dios que hoy se nos abre la posibilidad de integrar un auténtico movimiento patriótico, encabezado por don José Antonio Kast, otro chileno valiente que no teme decir lo políticamente incorrecto, es decir “LA VERDAD”, llamado “ACCIÓN REPUBLICANA”.

Esperamos que se sumen todos aquellos chilenos que aplaudimos de pie al Diputado Urrutia, y que ustedes más temprano que tarde, pasen a ser otra penosa parte de nuestra historia reciente, que perdió todo ápice de dignidad, por no incomodar a la gentuza que no pudo destruir al país gracias a la intervención de nuestras gloriosas FF.AA.

Saludos
Jorge Antonio Tejos Rodríguez 

Estimados Camaradas y Amigos, si compartes este mensaje, hacerlo circular para que llegue a conocimiento de todos estos seudos políticos que buscaron nuestros votos y  que hoy, ya pretenden desconocer la historia de este país.

domingo, 8 de abril de 2018

CONSENSO DE GUATEMALA por Alberto Mansueti


Tan pronto concluimos las sesiones del III Foro Liberal de América Latina, el 19 de marzo en Guatemala, el economista José Luis Tapia Rocha, Director del Instituto de Libre Empresa (ILE) de Perú, sintetizó para nosotros la principal de nuestras conclusiones: el “Consenso de Guatemala”.

El “Consenso de Washington” fue superado ampliamente por los resultados de nuestro III Foro. En su Discurso de Clausura, el Dr. Vaclav Klaus, ex presidente de República Checa, nos ratificó la validez de las Cinco Reformas, inspiradas en el Liberalismo Clásico, y eje programático de nuestro proyecto político “La Gran Devolución” a nivel continental, antítesis del Foro de Sao Paulo, y a la vez de la “Internacional Socialista”.

El Dr. Klaus, nuestro Presidente honorario, asumió la defensa de la política como profesión, de la democracia representativa “standard”, y de los partidos privados, sin dinero estatal, ni órdenes de las burocracias electorales. Se opuso al marxismo clásico, y también a la “política correcta” del marxismo cultural, y a la dictadura de los organismos de la Unión Europea y la ONU, que violan la soberanía de nuestros países, ahora supuestas provincias del “Nuevo Orden Mundial”.

Aquí desde los ‘90, se implementaron las 10 recomendaciones de Washington, que eran poco más que reformas tributarias, para dotarles mayores ingresos a los estados que habían quebrado por déficit fiscal, cuando lo correcto era recortar gasto público, reduciendo funciones estatales e impuestos, y eliminar regulaciones arbitrarias. El “Consenso de Guatemala” es lo opuesto al “Neo” liberalismo que vino de Washington, mucho más rico y prometedor; y en camino a la nueva Internacional Capitalista.

Abordamos el marxismo cultural, no considerado en el viejo documento de los tres organismos de Washington: Departamento de Tesoro de EE.UU., Fondo Monetario Internacional, y Banco Mundial. Tratamos ampliamente los temas de ideología de género, indigenismo, ambientalismo anti-desarrollo y relativismo posmodernista, los nuevos “cuatro jinetes del apocalipsis”, que nos trajeron al siglo XXI un claro mensaje de muerte, contra la vida, la familia, la empresa privada, la religión cristiana, y aún contra la naturaleza de las cosas, la lógica, el lenguaje y el sano sentido común.

Impulsamos la acción política, desde el Congreso, para desmontar las leyes malas, inspiradas en los 10 puntos del Manifiesto Comunista de 1848 de Marx y Engels, presentes todavía en nuestros países. En cuentas resumidas, nuestra batalla es contra la Agenda de la Muerte, de ambos marxismos, el antiguo pero aún vigente, y el nuevo. Y del “Neo” mercantilismo. Eso aprobamos los liberales clásicos.

En 1993, el Dr. Václav Klaus, en su segundo año como Primer Ministro de la “Revolución de Terciopelo”, y en clara respuesta al Consenso de Whashington, elaboró su propia lista de “Diez Mandamientos para una Reforma Sistémica”. Con base en este documento, que está en Internet, y en las conclusiones resumidas por José Luis Tapia, el Consenso de Guatemala podría verse como sigue:

(1) No hay soluciones económicas puras; en la ecuación entran muchos otros factores, políticos e institucionales, y también culturales. El proceso de cambio debe ser radical y rápido, para crear pronto la necesaria masa crítica de apoyo; sin embargo es dinámico y en tensión continua, no un “experimento controlado” de laboratorio, como querrían muchos académicos.

(2) Los cambios legales son indispensables; y el tránsito debe acompañarse de reformas políticas para una democracia pluralista en sentido ideológico, no de partidos sólo de izquierda. En este empeño, la ayuda extranjera es sólo marginal. La asesoría externa debe ser minimizada, porque los “consultores” buscan un proceso largo y complicado, para maximizar sus cobros de honorarios.

(3) El “gradualismo” es un pretexto para no hacer reformas. Pero la palabra “shock” es tramposa; es un insulto mentiroso de los enemigos de las reformas: no queremos “choque” con la gente, aunque sí choquemos con los comunistas, los burócratas, los propagandistas de las izquierdas, los “buscadores de rentas”, los “intelectuales iluminados” y los empresarios mercantilistas.

(4) Se requiere firmeza y determinación para hacer políticas restrictivas del gasto, del déficit fiscal y los impuestos, quitar subsidios, liberar precios, suprimir regulaciones, abrir compuertas al comercio exterior, y a la vez procesar las privatizaciones, pieza clave en la transición.

(5) Son necesarias privatizaciones masivas, a partir de la “micro-economía”, o sea de los agentes considerados individualmente, no todos pequeños. Deben acompañarse de desregulaciones masivas, para no meramente convertir monopolios estatales en monopolios privados; y para atraer capital, extranjero, nacional, y capital “popular”, con precios accesibles para el común de la gente.

(6) “No hay reformas gratis”. Pero los costos deben ser ampliamente compartidos; no recaer sólo en sectores políticamente débiles y menos articulados. Se requieren mercados abiertos en el exterior, ayudando con las exportaciones. Pero no se requieren leyes especiales para evitar monopolios, ni para promover la competencia o proteger al consumidor. Para la defensa del ambiente, nada mejor que la propiedad privada, las empresas y los contratos.

(7) Deben prometerse libertad y oportunidades, pero no resultados, porque éstos dependerán de la gente: de cómo emplee su libertad, y aproveche sus oportunidades. Hay que explicar las realidades, y las palabras satanizadas no pueden evitarse: decir la verdad es la mejor política.

(8) Son indispensables políticos profesionales, no improvisados ni anti-políticos. El cambio de sistema es tema ideológico, pero no es sólo un problema de ciencia, sino un cambio político, con partidos para hacer campañas, ganar elecciones, y apoyar las reformas incluso desde la oposición.

(9) Las reformas son inseparables; no pueden aplicarse ni explicarse en forma separada o aislada; la gente más despierta está esperando un cambio integral, de sistema, porque intuye correctamente que el mal es integral, y afecta al entero sistema vigente, que nos divide a todos entre “los de arriba” que lo aprovechan, y “los de abajo” que lo padecemos y lo sostenemos con impuestos excesivos.

(10) Las Cinco Reformas buscan “La Gran Devolución” de funciones, libertades y recursos, a los agentes privados, económicos y no económicos; para hacer cada quien sus “Reformas Particulares” en su vivienda, su trabajo, empresa, escuela o centro docente, clínica y plan de pensión, y asimismo en su Municipio o entidad local de Gobierno. Así se hace irreversible el proceso, como sucede en los “leones africanos”, países que son un buen ejemplo para nosotros en América Latina.

domingo, 4 de marzo de 2018

El ESTADO, SUS LÍMITES Y EL LAVADO CEREBRAL por Alberto Mansueti


El “Estado” es una institución para prevenir la guerra, reprimir el crimen, cobrar impuestos para estos dos fines, y para contratar la construcción y el mantenimiento de “obras públicas” en beneficio del común: represas y embalses en los ríos, calles en las ciudades, y carreteras en los campos.

“Guerra”, no es ataques e invasiones a otros países, sino la “defensa” contra ellos, defensa nacional, según los principios cristianos o “liberales” antes aceptados en el “mundo occidental”. En cuanto a “crimen” es el uso de la fuerza o el fraude para atentar contra la vida, libertad y propiedad.

Para nada más existe “el Estado”. Sólo en estos casos es legítimo el uso de la violencia, la “fuerza pública”; y sólo para los tales fines es legítimo el cobro de impuestos. Y para sus tres propósitos, cuenta con sus entidades “represivas”, tales como las Fuerzas Armadas y policía, y también las Oficinas de Recaudación de Impuestos.

En las funciones represivas, hay riesgo de abusos de autoridad. Para evitarlas y prevenirlas, cuenta el Estado además con instituciones “burocráticas”: (1) la Diplomacia, para tratar “asuntos exteriores”, Foreign Affairs en inglés; (2) la Justicia para resolver pleitos y juzgar los crímenes, y cuidar que las víctimas reciban justas “reparaciones” de los responsables, o de no ser posibles, “compensaciones”; y (3) el Parlamento, para control de lo relativo a impuestos, servicios y obras públicas, y en general la política del “Gobierno”, la “Rama Ejecutiva”.

Es decir: por su trascendencia y gravedad, las funciones represivas se acompañan de ciertas “formalidades”, incluso solemnes, respectivamente para (1) las relaciones diplomáticas con los otros países; (2) juicios y “debido proceso” en las Cortes; (3) sesiones y actuaciones del Parlamento. Estas no son actividades represivas sino “burocráticas”.

Dificultad I: el carácter limitado del Estado no se entiende, porque hace 100 años que el socialismo recarga al Estado de funciones adicionales, para las cuales recibe facultades y poderes y adicionales, y colecta toneladas de impuestos adicionales. Ideólogos y jefes socialistas han inventado gran cantidad de falaces pretextos para justificar esta indebida extensión.

Todas las instituciones sociales, públicas y privadas, como todo lo que existe sobre la faz de la tierra, encierra posibilidades, pero al mismo tiempo límites, que son determinados por su propia “naturaleza”, que es “específica”, o sea privativa y exclusiva suya, de nadie más. Por ejemplo con las herramientas: las hay de jardinería, de cocina, y de aseo personal. Y el Estado es una herramienta.

Las herramientas de jardinería son la pala, el pico, el azadón y el rastrillo; y el veneno para los insectos. Las herramientas de la cocina son los cuchillos, el colador, las ollas y sartenes para guisar y freír. Las de aseo personal son jabón, peine, cepillo de dientes y pasta dental, champú para el pelo, hojas de afeitar, y tijeras para uñas. ¿Quién podría “confundirlas”, ignorando sus usos específicos?

Nadie en su sano juicio usaría las del jardín para cocinar, o las de la cocina para el aseo personal. Porque las herramientas tienen sus límites, no pueden usarse para todo o cualquier propósito; sería un “despropósito”. Un sinsentido, algo absurdo, ilógico, anormal, irracional, “antinatural”.

Sin embargo, hay una clase de seres que ha incurrido en estos despropósitos: los socialistas, los cuales nos han lavado el cerebro; por eso hoy la gente no puede imaginar solución para problema alguno que no venga del “Estado”, una herramienta esencialmente represiva y burocrática, la cual puede servir eficazmente para sus propósitos específicos, pero no para otros. De tanto pretender que se use para todo, la herramienta se ha averiado y arruinado, se ha “corrompido”; y las otras herramientas están en desuso, y sus usos nos son desconocidos.

Dificultad II: las ideas de límites y naturaleza no se entienden, porque otra clase de seres, los “motivadores”, esos “oradores motivacionales” y escritores de tonterías de “autoayuda”, tienen convencida a la gente de que “no hay límites, no existen”; todo puede lograrse, es sólo cuestión de buena voluntad, determinación e “imaginación creativa”. Otra clase de seres les hacen eco: Pastores “cristianos” que te convencen de que “los límites son sólo mentales”; ¡hay que tener fe!”

Así (1) el “marxismo clásico”, en el siglo XX pasado, nos ha convencido que la naturaleza de las instituciones puede ser variada, cambiada y moldeada a voluntad por el poder. Le han atribuido al Estado facultades de empresario, educador, médico, cuidador de ancianos, huérfanos, discapacitados y desvalidos. (2) Y ahora, en nuestro siglo, el XXI de la que antes fue la “Era Cristiana”, el marxismo cultural nos quiere convencer de que también la naturaleza de las personas puede cambiarse, como por ejemplo el sexo, así que un hombre puede transformarse en mujer, y viceversa; y que además la “institución” del matrimonio entre hombre y mujer, también puede ser alterada “por ley”, o sea de manera obligatoria.

¿Cómo fue esto? Para lavar cerebros, cambiaron las tres “herramientas del aprendizaje”, según la educadora británica Dorothy Sayers: Lenguaje, Lógica y Retórica, que en la “Era Cristiana” de antes componían el trívium, un terceto de asignaturas que se enseñaban como “propedéuticas”, es decir preparatorias para las otras ciencias, las cuales se veían como encargadas de investigar la verdad.

Esto era así en todas las escuelas elementales y medias, para los niños y adolescentes. ¡Pero eso se desapareció hace cientos de años!

Dificultad III: La Gramática se olvidó. Pretenden reemplazar la lógica normal por “lógicas no binarias”, donde la verdad no es verdad y lo falso no es falso; nos impiden de esta manera identificar las falacias. Y transformaron la retórica en arte de hablar bonito pero sin respeto ni amor a la verdad. Por eso en el lenguaje corriente, nos han obligado a aceptar el “Estado de Bienestar”, que es fuente de todo el “malestar” actual. Nos quieren obligar a hablar de “género” en vez de sexo; y así poder imponernos el “matrimonio igualitario”. El colmo: nos dicen que la verdad es “relativa”, ¡o que “no existe”!

Fuente: http://albertomansueti.com

miércoles, 28 de febrero de 2018

Carta Póstuma de Mi General Augusto Pinochet Ugarte, Difundida el 23 de diciembre de 2006


Mensaje a mis compatriotas,
para ser difundido a mi fallecimiento. 

Chilenos, sin excepción:

Muchas veces hice llegar mi pensamiento a ustedes durante mi vida pública. Especial recuerdo hago de mis comunicaciones desde mi cautiverio en Londres.

Ahora, con esfuerzo, he hilvanado los siguientes pensamientos que surgen desde lo profundo de mis sentimientos y convicciones.

Quiero despedirme de ustedes con mucho cariño. Entiendo que esto parecerá incomprensible para muchísimos, pero es así.

En mi corazón no he dejado lugar para el odio. He recorrido muchos años y entiendo del amor y del dolor.

Yo elegí la carrera militar por amor a la Patria. El que he mantenido sin alteración desde el primer día que entré a la Escuela Militar y, ahora, al irme de este mundo, aquel sentimiento llena mi espíritu enteramente.

Amo a la Patria; amo a todos ustedes. Por amor se pueden hacer muchas cosas buenas y muchas malas. Acertadas y erróneas. Yo nunca imaginé entrar a la Gran Historia de mi país, pero así ocurrió.

El transcurrir público de éste se fue transformando desde decir "en Chile nunca pasa nada", a un precipitado de dramáticos acontecimientos.

No quiero entrar en análisis mayores, propios de historiadores, pero sí hacerlo respecto a afirmaciones profesionales y humanas que son las que me interesa comunicarles a ustedes.

Yo, como militar, percibí la gravísima y compleja situación que se avecinaba mientras avanzaba la década de los setenta.

Nadie podrá discutir que el mundo entraba en un enfrentamiento global, ideológico y militar, al que se llamó la "guerra fría". Cada día los conflictos se agrandaban más, se calentaba más esa "guerra" y eran más complejos, en especial, para una mirada observadora militar.

Los ángulos comprometidos en esa guerra crecían día a día y abarcaban la casi totalidad de los planos de la vida, pública y privada de la gente.

Crecía y presionaba al hombre común ese sino tan trágico de una guerra, o tú o yo, con el agravante que el dilema se extendía a la comunidad toda internacional, algo así como una guerra total y sin cuartel.

Un militar no podría restarse a este panorama, porque era muy sombrío, debía prepararse para lo mejor y para lo peor, ecuación clave en una estrategia profesional.

Chile empezó a arder y se encajonaba, sin escape objetivamente, en mi concepto, a tres posibilidades (esto que lo entiendan las personas jóvenes, nacidas con posterioridad a la crisis).

-A una guerra civil, sin cuartel, "de ventana a ventana", con miles y miles de personas muertas.

-A una imposición de una dictadura llamada del proletariado, ideológica, marxista leninista, con la pérdida total de la libertad política y del Estado de Derecho;

-Y, a una reacción conjunta de civiles y militares para elimnar tajantemente las anteriores. Nadie discute que la inmensa mayoría de la población se inclinaba por ésta última alternativa.

Chilenos, amigos sin exclusión. Una guerra internacional, o una civil, es algo atroz. Lo peor que le puede ocurrir a una sociedad. La guerra, por esto, hay que evitarla hasta donde sea posible.

Los adultos que vivieron el tiempo del pronunciamiento militar se dieron cuenta cabal que la única opción realista era esto último.

Hubo que actuar para cubrir eficazmente todos los ángulos de un enfrentamiento amplio, porque explícitamente los partidos de Gobierno sostenían que la vía armada era la única forma de alcanzar el poder, a la corta o a la larga.

Creo que nunca de manera tan contundente se había amenazado una guerra civil en nuestro país o en otra parte del mundo. Si a lo anterior se agregan el sinnúmero de ratificaciones de hecho y retóricas que confirmaban tales propósitos, hicieron más explicable la intervención militar.

Había, pues, que actuar con el máximo rigor y sostenidamente hasta conjurar cualquier extensión del conflicto que se anunciaba.

Si no se procedía, así, la acción militar habría terminado en un fiasco, y eso hubiera provocado en el pueblo por muchos años consecuencias negativas en extremo dolorosas.

El 73, por las citadas características del contrincante, fue preciso emplear diversos procedimientos de control militar, como reclusión transitoria, exilios autorizados, fusilamientos con juicio militar.

En muchas muertes habidas y en los desaparecimientos de cuerpos es muy posible que no se logre jamás un conocimiento acabado del cómo o por qué ocurrieron. No se puede descargar con simpleza la responsabilidad de un sinnúmero de extralimitaciones porque no hubo un plan institucional para ello. Los conflictos graves son así y siempre serán así: Fuente de abusos y exageraciones.

¿Pero cómo tantos no han querido o podido entender la extrema gravedad de la amenaza si todo el contexto nacional e internacional avalaba su existencia?

En los enfrentamientos habidos en la Historia el resultado en cuanto a pérdidas de vidas y las deshumanizaciones son parte de su definición.

Lo anterior no va en búsqueda de atenuantes a los excesos, sino a recordar su presencia insoslayable.

Yo, como Presidente de la República y comandante en jefe del Ejército actué como les dije, con rigor, pero con mucha más flexibilidad que la que se me reconoce, por lo que yo siempre me refería a una "dictablanda".

Mientras el fanatismo ideológico y armado constituyera un peligro para la estabilidad, no era posible bajar las manos.

Chilenos todos:

¡Cómo quisiera que no hubiese sido necesaria la acción del 11 de septiembre de 1973!

¡Cómo hubiera querido que la ideología marxista leninista no se hubiera interpuesto en la nuestra vida patria!

¡Cómo hubiese deseado que el Presidente Salvador Allende no hubiere incubado en su ideario el propósito de transformar a nuestra Patria en una pieza más del tablero dictarorial marxista!

Las guerras traen dolores muy difíciles de sanar. 

Los parientes y amigos de compatriotas nuestros caídos en el enfrentamiento fraticida tendrán para siempre un recuerdo negro de lo ocurrido.

Yo voy a misa y comulgo. Nunca dejo de pensar en las heridas abiertas.

Cómo me gustaría andar en las calles, saludando, consolando, ayudando...

Mi destino es un tipo de destierro y soledad que jamás hubiera pensado, y menos deseado.

Para terminar, con toda sinceridad declaro estar orgulloso de la enorme acción que hubo que realizar para impedir que el marxismo leninismo alcanzara el poder total, y también, para que mi entrañable Patria fuera una "gran nación", como fue el lema que desde el principio inspiró a la Junta de Gobierno. De eso, nunca dudaré, sin una pizca de vacilación.


De repetirse la experiencia hubiere deseado, sin embargo, mayor sabiduría.

Augusto Pinochet Ugarte
Capitán general, Ex Presidente de la República, 
ex senador de la República, 
ex Comandante en Jefe del Ejército.


Celebraciones del 19-11-17 en Santiago, por la derrota electoral del candidato castro-chavista Guillier.

miércoles, 31 de enero de 2018

Que Cien Años lo es Todo - por Hermógenes Pérez de Arce

          No había leído un libro tan entretenido desde “Un Veterano de Tres Guerras”, al cual este blog declaró el mejor libro de 2014. Todavía sigue entre los más vendidos. El de ahora es “Diez Años en Araucanía 1889-1899”, del ingeniero belga Gustave Verniory, veinteañero llegado a Chile a construir puentes y ferrocarriles.

          Nos describe fría y descarnadamente en una parrafada inicial, en la cual afirma que, en general, los chilenos son ladrones y mentirosos. Pero se avino bien a todo eso, se quedó diez años y trajo a su hermano menor.

          Divide a los chilenos en gente decente, rotos e indios. Afirma haberse avenido bien con todos ellos, aunque sus amistades las hizo con los primeros. Cuando había que sobornar gente decente, lo hacía y con éxito. Eso no ha cambiado hasta hoy. Y cuando la gente decente le pedía oficiar de “palo blanco” para algún negocio dudoso, aceptaba. Tenía varias propiedades que no eran suyas a su nombre y lo europeo se le notaba en que jamás pensó en fundirse con ellas.

A los rotos, como él les decía, supo manejarlos muy bien en sus obras, que a veces sumaban miles de contratados, principalmente ferroviarios o “carrilanos”. Había escasez de brazos, pues en el verano desaparecían del sur, donde Verniory construía puentes y líneas férreas, para marcharse al centro agrícola a ganar más en la época de las cosechas.

          La principal alimentación de los carrilanos eran los porotos. Faltando éstos, aunque les dieran carne en abundancia, decían perder la fuerza y protestaban. Una vez un banco se quedó sin liquidez y no se les pudo pagar los salarios, cerca de Temuco. Estalló una revolución obrera. Dice Verniory que miles de rotos partieron en estampida a saquear Temuco, entonces ciudad de unos trece mil habitantes, recién fundada una década antes. Las autoridades dispusieron para la defensa de un escuadrón de caballería, pero Verniory afirma haberlas convencido de que él arreglaría el asunto y asegura haberse presentado ante el ejército invasor aparentemente desarmado, “sin  cinturón, pero con un  revólver en el bolsillo”, y haberles prometido a los saqueadores de inmediato una ración doble de porotos y mucho pan para todos, con especiales aditamentos de grasa y aliños, más la promesa de pagarles su dinero al día siguiente, ante lo cual se convencieron y desistieron del saqueo gritando: “¡Viva el gringo cuatro ojos!”, a lo cual él dice haber replicado con un “¡Viva Chile!” y ellos duplicado con un “¡Viva Chile mierda!”.

Todo eso le valió el agradecimiento de las autoridades y la población.

          Con los indios se llevaba, asimismo, muy bien, pero cuando alojaba en sus rucas afirmaba haber salido lleno de piojos y pulgas. Sostenía que los de Bío Bío al sur eran flojos, pendencieros y alcohólicos, pero los de más al sur del Toltén eran más inteligentes y algo trabajadores, pero no tanto como los rotos.

Una vez un indio, en la zona del lago Budi, se enamoró de un fino cuchillo de Verniory y le ofreció comprárselo, pero éste le dijo que no lo vendía por ninguna plata. El indio le ofreció un cordero, después dos y aun tres, finalmente añadiendo una vaca. Pero él le contestó, pidiéndole en mapudungún, idioma que hablaba: “Una vita-piri (muchacha) que no haya visto más de quince cosechas”. El indio partió a buscarla, pero nunca volvió, pese a que vivía cerca, era bastante rico en animales y tenía cuatro mujeres.

          Una vez el belga, cerca de la línea del tren que construía, vio un cementerio indígena y en él una especie de ídolo o monumento funerario de madera que codició inmediatamente y decidió robárselo. En un carro de mano ferroviario, de noche y con un par de cómplices, lo sustrajo, pero los indios lo advirtieron y salieron por los caminos en persecución de los ladrones. Un desprevenido jinete, al cual culparon, fue atravesado por un lanzazo y murió ahí mismo, mientras Verniory y sus cómplices huían por la vía férrea en su carro de mano. El ídolo robado terminó en Bruselas.

          El sur estaba poblado por muchos alemanes, ingleses, franceses, belgas, españoles, norteamericanos, suizos y noruegos, que prosperaban y hacían negocios en un medio económico muy libre. En Valdivia se hablaba más alemán que castellano, dice Verniory.

Cuando les robaban sus caballos organizaban expediciones hasta encontrar a los ladrones, para lo cual contaban con el apoyo de la justicia, que en esos años era partidaria de las víctimas y no de los delincuentes.

En una oportunidad rodearon una vivienda campestre cordillerana de conocidos ladrones en busca del caballo más fino de Verniory y del de un alemán vecino suyo. El juez, que participaba en la expedición junto a un destacamento armado, se llevó presos a todos los hombres, pero los caballos no aparecieron. Como los sospechosos seguían presos durante semanas, la mujer del principal de ellos llegó una noche donde el belga y le ofreció devolverle su caballo y el del alemán si desistían de la acción judicial. Verniory aceptó, les devolvieron los caballos y entonces el juez liberó a los ladrones, a los cuales se había negado a soltar. En esa época así se recuperaba lo robado.

          El belga dice que la amenaza de guerra con Argentina era constante en esos años. “Los guardias nacionales están acuartelados. A veces los veo maniobrar con su uniforme azul oscuro y me asombro con sus rápidos progresos. Los chilenos son verdaderamente un pueblo de soldados”. Tampoco en esos años los metían presos después de las victorias. Ni ellos lo habrían tolerado.

          Los efectos de la Revolución del ’91, dice Verniory, fueron terribles. Murieron más de diez mil chilenos, en una población de dos millones. El medio por ciento. Fue como si tras la Revolución Militar de 1973 hubieran muerto sesenta mil y no tres mil. Pero las sucesivas amnistías, después del ’91, hicieron que todo fuera prontamente olvidado y perdonado por lado y lado. Es que no había llegado al país todavía la doctrina del odio, que impide toda reconciliación.

          El libro revela que hace cien años Chile era un país muy pujante, condición que perdió hasta que la Revolución del ‘73 se la devolvió. Después ni siquiera los políticos se la han podido quitar, aunque han hecho lo posible.

Fuente:

domingo, 28 de enero de 2018

Ñuco - por Hermógenes Pérez de Arce

          “Hagamos ñuco” es una expresión netamente chilena que se refiere a las situaciones en que todos han sido pillados en falta y, por tanto, deberían ser sancionados, pero se ponen de acuerdo en olvidarlo todo, para ahorrarse el castigo y hacer como si nadie fuera culpable de nada. Se empieza de nuevo de cero y asunto concluido.

          Busqué la voz “ñuco” en el Diccionario de la Real Academia, edición de 1977, última disponible en el lugar remoto en que estoy, y no aparece. Sí aparece la voz ecuatoriana “ñuto”, que significa reducir todo a polvo. Es decir, algo muy parecido.

          Sea como fuere, desde un principio fue evidente que el asunto de las platas políticas iba a terminar en que “se hiciera ñuco”. Un editorial de “El Mercurio” de hace algunos meses lo sugirió, pero recibió la indignada respuesta del Fiscal Nacional, Jorge Abbott, quien rasgó vestiduras ante tamaña insinuación de que su entidad no iba a cumplir con su deber “hasta las últimas consecuencias”. Pero era evidente que tenía razón “El Mercurio” y no el Fiscal, porque en ningún país que tenga el grado de civilización de Chile –es decir, nulo-- se puede permitir que un proceso que afecta directamente al Presidente de la República siga adelante.

          Por lo demás, cuando el senador Iván Moreira fue favorecido con la suspensión condicional del procedimiento en su contra, mediando un pago de $35 millones, ya todo el mundo supo que “se haría ñuco” de igual manera en los demás casos. Tanto así que dos fiscales que habían tomado demasiado en serio su misión, Gajardo y Norambuena, renunciaron, porque se dieron cuenta de que sus esfuerzos no servirían para nada.

          Y, en efecto, “La Segunda”, que es un vespertino difícilmente controlable porque se confecciona muy rápido, en razón de que mientras más temprano sale a la calle más se vende, contó toda la verdad, lujo que la “gran prensa” matutina no puede darse. “La Segunda” informó el viernes 26 lo siguiente:

          “La salida de Carlos Gajardo de la Fiscalía Metropolitana Oriente, y, en definitiva, de la investigación del ‘caso Penta’, abre la posibilidad de que otro de los imputados en la causa, Santiago Valdés –ex administrador electoral de Sebastián Piñera en 2009— pueda obtener la suspensión condicional del procedimiento, al igual que lo hizo el senador Iván Moreira (UDI) hace unas semanas, tras alcanzar un acuerdo con el fiscal jefe de esa unidad, Manuel Guerra.

          “Así lo señalan fuentes cercanas a la investigación, las que aseguraron que existen conversaciones para avanzar en una salida alternativa previo pago de $400 millones al Fisco.

          “Santiago Valdés fue gerente de Bancard (family office que maneja el patrimonio de Sebastián Piñera). Fue formalizado por delitos tributarios porque habría facilitado facturas falsas a SQM a través de las empresas Inversiones La Música, donde se emitieron tres por $45 millones; cinco de Vox Pópuli por $26 millones, una de la Administradora Bancorp por $318 millones. Estas dos últimas son propiedad del ex mandatario”.

          De hecho yo, que soy muy ingenuo, en algún momento del año pasado pronostiqué que Sebastián Piñera sería formalizado, porque Santiago Valdés no hacía todas esas cosas irregulares porque se le ocurrían a él, sino obedeciendo a su empleador, el verdadero responsable, sobre todo que tales cosas redundaban en ganancias para éste, en particular en el caso en que empleó los fondos que le donó SQM para pagar bonos a sus ejecutivos de Chilevisión, de Aguirre y Conca.

Como la pena calculada para los respectivos delitos era “aflictiva” y ésta acarrea la suspensión de la calidad de ciudadano, la cual hay que tener para ser Presidente de la República, yo pronostiqué que Piñera iba a tener que retirarse de la campaña. “Pero ¿en qué país vives, Hermógenes?” No sólo no tuvo que retirarse, sino que “pasó agosto” y después ganó la elección, porque a la mayoría no le importa nada que los políticos cometan delitos (en realidad, nunca le ha importado, pues eligió al mismo Piñera en 2009 poco después de haber sido condenado por el delito de comprar acciones con información privilegiada, también con “salida alternativa”, es decir pago. En esa ocasión la multa fue parecida a lo que ganó con la especulación ilegal, es decir, salió “ñuco”, impune; y encima premiado por la ciudadanía con la Presidencia.)

Ahora va a pasar lo mismo. Y la verdad es que la gente ya no quiere oír hablar más de esto. A mí me lo dicen incluso algunos comentaristas de este blog: “¡Hasta cuándo! Si lo que a la gente le importa es que no se cambie el modelo que nos legó Pinochet y que nos ha convertido en ‘la joya más valiosa de la corona latinoamericana’. Y si para hacer eso hay que hacer “ñuco” con lo de las platas políticas ¡hacemos “ñuco”! y punto.” Me lo dicen hasta en mi casa.

Y más encima muchos van a admirar a Piñera por su habilidad, porque en esta nueva “pasada” sacó de SQM y otras firmas más de 500 millones y va a pagar nada más que 400 millones de multa y salir ganando otra vez.

Todo lo demás son cosas de “perdedores”, “loosers”, me dicen.

           De acuerdo, pero yo quiero que quede constancia de que lo único en Chile que ha separado a Sebastián Piñera de la completa impunidad ha sido este blog, y espero que así lo registren los historiadores. O algunos historiadores. O un historiador.

Fuente:
https://blogdehermogenes.blogspot.cl/2018/01/nuco.html?m=0

jueves, 25 de enero de 2018

Consecuencias de una "Provocación" - por Hermógenes Pérez de Arce

          No había habido una tan buena noticia para la libertad de enseñanza como el anuncio de que el nuevo titular de la cartera de Educación será Gerardo Varela, desde que el Ministro Alfredo Prieto Bafalluy, bajo el octenio del Presidente Pinochet, en 1981, decretara la libertad de fundación de universidades, bastando para crearlas con sólo depositar sus estatutos en las oficinas del Ministerio.

          La libertad de fundación de universidades triplicó la cantidad de chilenos que tuvieron acceso a la enseñanza superior y más de un millón de nuevos jóvenes pudieron ir a la universidad.

          A raíz de ello apareció toda una nueva y pujante industria en la economía chilena, a la cual acudieron masivamente capitales nacionales y foráneos que fundaron grandes universidades privadas (incluidas las comunistas y las cristianas de izquierda, porque así es la libertad), hasta que llegó el régimen marxista-leninista de Michelle Bachelet 2.0, les “sacó los patines” a los nuevos universitarios y “pasó la retroexcavadora” a la otrora próspera y naciente actividad de enseñar a los jóvenes.

          Ha sido tanta la importancia de la designación de Gerardo Varela, un paladín de la sociedad libre, en el Ministerio, que los comunistas la han calificado de “una provocación” y se aprestan a salir a las calles a protestar, como lo hacen siempre que alguna medida promete promover la libertad y la prosperidad de los chilenos.

          Los efectos de un Ministerio en manos de Varela podrían conducir a todo un renacimiento, a otro salto en la calidad de la enseñanza y a que los futuros profesionales chilenos tuvieran un nivel cultural mejorado y supieran, por ejemplo, que Abel no mató a Adán ni confundieran a Diego de Almagro con Pedro de Valdivia ni dijeran que un tío suyo de 103 años de edad es “lóngevo”.

          Y no sigo en el elogio de la libertad de enseñanza ni de Gerardo Varela, que siempre la ha defendido, porque en ese empeño sólo puedo conseguir que quien lo ha designado le pida la renuncia antes de asumir, pues es sabida su inclinación a acoger las demandas comunistas, tanto así que cuando éstos inundaban las calles en 2011 en una tentativa de derrocarlo a él de la Presidencia que desempeñaba, declaró, hallándose a la sazón en Naciones Unidas, que el movimiento subversivo era “noble, grande, hermoso”, pese a que lo tuvo a él por las cuerdas e hizo caer, junto con otros desaciertos suyos, su nivel de aprobación a poco más del veinte por ciento.

        Trance del cual se salvó, característicamente, traicionando a los militares y proponiendo medidas que agradaran a los comunistas, como trasladar del penal Cordillera a Punta Peuco a altos oficiales que habían encabezado la lucha contra la guerrilla desde 1973, y acusar de “cómplices pasivos” de delito a quienes apoyaron la Revolución Militar del 11 de septiembre de ese año, que salvó a Chile de ser otra colonia esclava de la URSS.

          El impredecible personaje ahora ha sorprendido a todo el mundo designando un gabinete de derecha, sector al cual nunca ha pertenecido pero que, es verdad, otra vez lo ha llevado a la Presidencia ante la alternativa indeseada por la mayoría de convertirse en una sociedad a imagen y semejanza de la RDA y Cuba, veneradas por la saliente mandataria actual, acosada de tantos e incurables pujos totalitarios.

          ¿Será Gerardo Varela, adalid de la sociedad libre, “flor de un día”, abortado como ministro antes de asumir como tal, en una sociedad que no vacila en liquidar a los nasciturus con la misma frialdad e inmoralidad con que manda a presidio sin ningún miramiento legal ni moral a los soldados, hoy octogenarios y enfermos, que pusieron el pecho a las balas de la subversión comunista?

          Puede ser, pero, en el peor de los casos, su nombre quedará como símbolo de que la libertad, esa planta “rara y delicada”, como decía Milton Friedman, se niega a morir, y una y otra vez pugna por rebrotar en nuestra ingrata y desmemoriada sociedad.

Fuente:
https://blogdehermogenes.blogspot.cl/2018/01/consecuencias-de-una-provocacion.html?m=0

lunes, 22 de enero de 2018

¿Cuánto Vale el Show? - por Hermógenes Pérez de Arce


Ya era ridículo anunciar que se postergaría la publicación del gabinete de Sebastián Piñera hasta después de la partida del Papa, como si el país no pudiera soportar esos dos enormes acontecimientos en una misma semana.

¿Pero es que no puede el Presidente aceptar no ocupar siempre él solo el centro del escenario? Si viene el Papa, tiene que esperar impaciente a que se vaya para no tener que compartirlo. Trump hizo noticia cuando apartó con un empujón a un mandatario europeo oriental que quiso disputarle el centro del proscenio. Él hizo lo mismo cuando, en su anterior mandato, la Primera Dama quiso acompañarlo en el primer plano.

Y, por supuesto, ya pareció el colmo cuando se anunció que la revelación llena de suspenso de la nómina de ministros iba a hacerse en el Palacio Cousiño. Tanto boato ¿para qué? ¿Para dar a conocer una lista de personas que por ahora no tienen función alguna qué desempeñar en el gobierno? 

Entonces dicen, en un acto “republicano”, supongo (como les ha dado con llamarlo todo ahora) y en un gesto de renuncia al exceso de pompa, que la artificial “ceremonia” tendrá lugar en el ex Congreso Nacional. ¿Y en el Salón de Honor? ¿Para qué? ¿Para decirle al país quiénes van a ser ministros desde el 11 de marzo?

Pero si para eso bastaba un comunicado de prensa.

¿Por qué se va a hacer un ceremonial de designaciones que por ahora no tienen ningún sentido práctico ni legal, pues se trata de cargos que se va a desempeñar a partir de un mes y medio más, cuando el 11 de marzo jure el nuevo Presidente y su ministerio, tenga lugar la transmisión del mando y se saquen todos el consabido retrato frente al Palacio de Cerro Castillo, vestidos de etiqueta o no, según cuán corridos al centro o a la izquierda quieran aparecer?

Es que parece que la farándula y el espectáculo ya lo es todo.

¿Cuánto vale el show?

Fuente:
https://blogdehermogenes.blogspot.cl/2018/01/cuanto-vale-el-show.html?m=0

sábado, 20 de enero de 2018

La Sospecha de Romer - por Hermógenes Pérez de Arce

El economista jefe del Banco Mundial no es un cualquiera y más de una vez ha sido mencionado como candidato al Premio Nobel de Economía. Revisando las cifras del Índice de Competitividad “Doing Business” de su institución, descubrió que bajo el gobierno de Sebastián Piñera Chile había subido del lugar 43 en 2011 al lugar 34 en 2014 y luego, en el gobierno de Bachelet II, bajado abruptamente hasta caer al 57 en 2017.

Lo encontró raro e hizo los cálculos por su cuenta, los que arrojaron que en 2014 en realidad Chile no había sido el 34°, sino el 46°. Es decir, la competitividad había caído durante el gobierno de Piñera, partiendo Chile del lugar 43 en 2011 y terminando en el 46 en 2014 (“La Tercera”, 17.01.18, p. 30).

Esto último es lo que yo he sostenido en mi blog, fundado en una publicación del Índice de Competitividad Mundial aparecida en “El Mercurio” del 29.09.16, donde se informaba que Piñera recibió al país en el lugar 30 y lo devolvió en el lugar 34. Es decir, el país perdió competitividad bajo su gobierno.

          Pero además Romer descubrió que, según sus cálculos, Chile había caído, después del gobierno de Piñera y ya en el de Bachelet II, menos que lo publicado por el Banco Mundial, al lugar 48 en 2017 y no al 57, como decía esa institución.

          Entonces sospechó: si al gobierno de Piñera lo habían elevado indebidamente del lugar 43 al 34, cuando realmente había caído al 46; y si a su sucesora, Michelle Bachelet, la habían bajado al lugar 57, cuando debería haber estado en el 48, podía haber una “trampita” con fines electorales, dado que había elección presidencial, y así lo expresó en una entrevista al “Wall Street Journal”. El aspirante a Premio Nobel seguramente se dijo: “Si lo pusieron 34° cuando debía ser 46° y después, con otro gobierno, lo pusieron 57° cuando debía estar 48°, aquí hay ‘mano mora’ para favorecer al anterior gobierno y perjudicar al actual”.

          Lo malo fue que lo dijo públicamente.

          Y la CEO (Presidenta) del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, entonces llamó al Ministro de Hacienda de Chile, Nicolás Eyzaguirre y “le pidió disculpas por habernos hecho objeto de una controversia internacional que no buscábamos”.

          En Chile, país donde la mayoría no entiende lo que lee, Romer ha sido convertido en un hazmerreír, en el “hombre que recibe las  bofetadas” y todos preguntan cuándo lo van a echar del Banco Mundial.

          Pero yo creo que a los que van a echar es a los que subieron a Chile al lugar 34 en 2014, cuando debía estar 46, y lo bajaron al 57 cuando debía estar 48 en 2017.

          Lo que tal vez nunca se sepa es por qué lo hicieron o si simplemente se equivocaron sin ningún incentivo que los indujera a calcular mal.

Fuente: https://blogdehermogenes.blogspot.cl/2018/01/la-sospecha-de-romer.html?m=0

miércoles, 17 de enero de 2018

Odiando Hasta el Último Día - por Hermógenes Pérez de Arce

          La presidenta Bachelet está aprovechando tanto la venida del Papa como el reconocido atributo chileno de no entender lo que se lee para hace un último aporte de odio en su mandato. Bajo el titular de “El Mercurio” de hoy “Presidenta firma proyecto para otorgar beneficio de arresto domiciliario en causas de lesa humanidad a reos enfermos terminales” (pág. C 8), propone normas para todo lo contrario: dificultar o impedir que los Presos Políticos Militares (PPM), por enfermos o enajenados que estén, puedan  dejar el penal.

          El Papa en su visita ha hecho caso omiso de ése, el mayor escándalo de atropello a los derechos de las personas que tiene lugar en nuestro país, aprovechando que no hay nadie que tenga el coraje de hacer manifestaciones públicas ni levantar pancartas en favor de los PPM.
       
          En esto hay una tácita complicidad izquierdista entre la Presidenta y el Pontífice, que tienen otros puntos de vista en común, entre ellos su condena del dinero, como destacara Michelle Bachelet cuando se anunció la visita del Santo Padre. Pero el columnista de “El Líbero”, Alfonso Ríos Larraín, entonces citó, a ese efecto, el siguiente trozo del libro más influyente en los Estados Unidos, aparte de la Biblia, “La Rebelión de Atlas”, de esa rusa de origen y genio contemporánea, Ayn Rand:

"La persona que vendería su alma por una moneda es la que proclama su odio al dinero. Y tiene buenas razones para odiarlo. Voy a darte una pista. La persona que maldice el dinero lo hace porque lo ha obtenido de forma deshonrosa; la persona que lo respeta, lo ha ganado honradamente. Aléjate de quien te diga que el dinero es malvado: tienes cerca un saqueador. En el comercio humano, el único sustituto para el dinero es una pistola. Y entonces la sociedad se deshace, envuelta en ruinas y carnicerías".

Como última gota de odio de su gestión, ahora la Presidenta quiere dificultar la posibilidad de que los PPM ejerzan su derecho a un indulto o a los beneficios carcelarios. Por eso su proyecto declara improcedente el indulto particular para ellos. Además, priva del carácter de “derecho” la obtención de beneficios carcelarios como permisos de salida, libertad vigilada y rebaja de condena, de los cuales ya, pero hasta ahora ilegalmente, se les ha privado. Por añadidura, añade requisitos adicionales e imposibles de cumplir para los PPM que postulen, como los de que “aporten antecedentes serios y efectivos de los que tengan conocimiento en causas criminales de la misma naturaleza (“crímenes o simples delitos de lesa humanidad, de genocidio o de guerra”) y que demuestren su arrepentimiento”, a sabiendas de que la mayoría de ellos han sido condenados por meras presunciones arbitrarias y a veces sin haber visto en su vida a sus supuestas víctimas. En otras palabras, no pueden aportar antecedentes que no tienen ni arrepentirse de hechos en que no han participado, lo que es una forma de negarles los derechos carcelarios.

          Y en un clímax de cinismo, el mensaje del proyecto dice que es “una forma de seguir avanzando en la creación de las condiciones indispensables para alcanzar la verdad, una efectiva paz y reconciliación nacional”, en circunstancias que es la izquierda que ella personifica la que se opone a toda reconciliación, manteniendo la persecución ilícita contra quienes fueron convocados por los políticos democráticos en 1973 a enfrentar al extremismo que pretendía tomar el poder por las armas, este último hoy no sólo perdonado, sino tampoco perseguido y, peor aún, generosamente indemnizado con no menos de 400 millones de dólares anuales en beneficios, pensiones e indemnizaciones que pagamos los contribuyentes.

          Yo he declarado mi “vergüenza de ser chileno” por la inmoral e ilegal persecución a los PPM, en un blog anterior del 5 de enero, al cual los lectores, silenciosamente, le han triplicado el número habitual de lecturas. Es que existe una poderosa pero subterránea conciencia de que un odio inmoral se ha impuesto en nuestra sociedad, del cual la Presidenta quiere exprimir y derramar hasta la última gota en lo que le queda de su mandato, sabiendo que para ello goza de impunidad y complicidad garantizada de sus oponentes políticos, del resto de la sociedad y, ahora, también del visitante Papa.

          Nota bene: En todo caso, y como me ha observado el general de Carabineros (r) Sergio Cotroneo, de acuerdo al principio pro reo consagrado en la Constitución las normas que menoscaben los beneficios carcelarios y su acceso a la libertad condicional no pueden afectar a los PPM. Eso, por supuesto, en un Estado de Derecho, que sabemos no existe en Chile a su respecto. Pero el Tribunal Constitucional podría imponerlo.

Fuente:
https://blogdehermogenes.blogspot.cl/2018/01/odiando-hasta-el-ultimo-dia.html?m=0

Nota de la Redacción:
Dejamos la versión subtitulada de lo que muchos católicos piensan acerca del actual Papa, como documentación de las divisiones internas en el catolicismo. #MakeThePopeCatholicAgain


lunes, 15 de enero de 2018

RED DE PROTECCIÓN. - por MÁXIMO

Para mí no es novedad que elementos de la Fiscalía y la ANI -esa pantomima de agencia de inseguridad creada para proteger a camaradas, combatientes y comandantes revolucionarios-, entreguen información a delincuentes.

http://www.latercera.com/noticia/interior-pide-nomina-fiscales-supuesta-red-apoyo-llaitul/

Por supuesto que nada sucederá, ya que la revolución no puede procesar a quienes están actuando como espías traidores para el país, pero como agentes oficiosos para ellos. Esas cosas no pasan en Chile como ya es sabido por todos (y todas, claro).

El zurderío ha infiltrado todo el aparato estatal durante 28 años. Han copado todas las parcelas de influencia, poder y económicas. Han colocado a compañeros, o en el peor de los casos, a funcionarios serviles a ellos, en cada lugar de importancia. Es por esta razón que nunca, jamás, bajo ninguna razón, un izquierdista corrupto, criminal, no-terrorista, o simplemente que sepa demasiado, pisará la cárcel. Ni siquiera quedará abandonado a su suerte sin un suculento trabajo del que vivir como capitalista. Todos dependen entre ellos. Todos se defienden entre todos.

Chile es un país altamente corrupto tomado por delincuentes que en sus viejos tiempos guitarreaban en fogatas playeras, recorrían calles en un Fiat 125 armados con metralletas, organizaban revoluciones genocidas y recorrían el orbe pidiendo asilo y dinero para sobrevivir. Hoy visten elegantes trajes a medida y viajan por el mundo asistiendo a comilonas regadas del mejor whisky.

Son los mismos de siempre. Ellos, sus descendientes y los nuevos aguachados que los sirven. Es la historia sin fin que se repite una y otra vez.

Fuente: https://blog-de-maximo.blogspot.cl/2018/01/red-de-proteccion.html

domingo, 14 de enero de 2018

"Dies Horribilis" - por Hermógenes Pérez de Arce

          Para los que somos de derecha y admiramos el legado de la Revolución Militar Chilena que derrotó a la violencia marxista y cambió de status al país, dotándolo de una democracia protegida, próspera y estable, estos días de permanencia de Su Santidad el Papa Francisco en Chile prometen ser, cada uno, dies horribilis.

          Leyendo el libro de Axel Kaiser, “El Papa y el Capitalismo”, me he enterado de hasta qué punto nuestro pastor máximo (lo digo como católico) es un jesuita de izquierda, perdonando la redundancia. Confieso no haber leído su encíclica “Laudato si’” ni su carta “Evangelii gaudium”, pero los párrafos de ambas incluidos en el libro de Kaiser son dignos de esa pro-mujer de extrema izquierda llamada Michelle Bachelet, a quien aprovecho de agradecer su tranquilizadora aclaración en el sentido de que no postulará a un tercer mandato presidencial. Porque, conociendo como conozco a los chilenos, sé que son perfectamente capaces de elegirla por tercera vez.

          He aquí una perla franciscana: “Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, los de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibro proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho al control de los Estados, encargados de velar por el bien común”. ¿No es un llamado a Maduro a ejercitar su benéfico control para “mejorar” los mercados?

          O esta otra: “La gente emigra buscando. Porque los sistemas liberales no dan posibilidades de trabajo y favorecen delincuencias”. ¡Cree que los salvadoreños y haitianos que quieren entrar a los Estados Unidos huyen de sistemas liberales y quieren llegar a un régimen socialista! ¡Cree que los 128 mil venezolanos llegados a Chile últimamente han venido huyendo del liberalismo! ¿En qué planeta vive el Papa? (Por algo así se titula un libro sobre él).

          Un Sumo Pontífice que profesa ideales socio-económicos tan semejantes a los de nuestro Frente Amplio es probable que tenga una visión de la política y de la historia de Chile similar a la de esa misma agrupación de catorce partidos.

          Entonces es seguro que va a recibir a “víctimas de la dictadura”, pero no va a visitar a los chilenos más vulnerables y discriminados de nuestra sociedad, como son los ancianos de Punta Peuco, a los cuales no se les aplican las leyes que los favorecen, se les juzga contra todo derecho y, una vez encarcelados ilegalmente, ni siquiera se les respetan sus derechos penitenciarios, propios de todos los demás reos.

          Si el Papa condena “el descarte”, como llama la situación de los más pobres en las economías de mercado afectadas por el consumismo, por lógica debería visitar a los presos de Punta Peuco, los más “descartados” de nuestra sociedad”, como lo sugerí en columna anterior ("El Papa Visitará Punta Peuco"), que mucha gente me ha preguntado si fue escrita en serio o como una ironía. La respuesta es que la escribí en serio, pensando que el Papa efectivamente se preocupa de los más débiles y discriminados, que en nuestro país son, sin duda, los presos políticos militares.

          Esto me trae al punto esencial del debate político contemporáneo, en el cual  Francisco es protagonista: ¿debe una personalidad nacional o mundial o un partido político “abrirse” –como llaman ahora— a las ideas que están más en boga y que la mayoría profesa (es decir, a las que son “políticamente correctas”)? ¿O debe hablar y actuar de acuerdo a lo que realmente piensa, sabe, cree y profesa?

          Si el Papa piensa como lo expresa en "Laudato si’" y "Evangelii Gaudium", es decir, si comulga con el evangelio económico-social del Frente Amplio; y si  comparte la visión de nuestra historia reciente que propaga la izquierda y acoge a las “víctimas de la dictadura”, haciendo como que Punta Peuco no existe, termino repitiendo el párrafo con que comencé este comentario: “para los que somos de derecha y admiramos el legado de la Revolución Militar Chilena que derrotó a la violencia marxista y cambió de status al país, dotándolo de una democracia protegida, próspera y estable, estos días de permanencia de Su Santidad el Papa Francisco en Chile prometen ser, cada uno, dies horribilis.”

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.cl/2018/01/dies-horribilis.html

martes, 9 de enero de 2018

El Camaleón Hace Explosión - por Hermógenes Pérez de Arce

          El tratadista Víctor Farías escribió un libro titulado “La Muerte del Camaleón”, referido a la DC, y en estos días parece que va a resultar profético, a juzgar por la gente que renuncia al partido.

          Pero la DC no existe por casualidad ni por imposición forzada, sino porque interpreta muy bien un rasgo de la idiosincrasia chilena: estar siempre “donde el sol más calienta”. Por eso lucha, aunque no siempre lo logra, por ser “de centro” y así, si el sol calienta más a la izquierda, se corren para allá, y si calienta más a la derecha, se  corren para acá.

          Claro, “no tan cerca que te quemes ni tan lejos que te hieles”. Decía Juan de Dios Carmona, un DC que apoyó a los militares en 1973 junto con casi toda la DC, pero después no los traicionó: “los democratacristianos se libraron de los comunistas con la ayuda de los militares y después se libraron de los militares con la ayuda de los comunistas”. “El camaleón cambia de color según la ocasión”.

          Siempre tiene que haber un colectivo que, en las encrucijadas nacionales, haga lo mismo. Si no, no estaríamos en Chile.

“Casi” toda la DC” apoyó a los militares el 11 de septiembre de 1973. Y digo “casi”, porque unos pocos, “los 13”, rechazaron el pronunciamiento desde el mismo 11. Pero uno de ellos había firmado el llamado al golpe que hizo la Cámara de Diputados el 22 de agosto de 1973 y después saltó ágilmente al otro lado y lo condenó el 11 de septiembre: Bernardo Leighton; otro firmó el manifiesto, pero luego retiró su firma al día siguiente, José Piñera Carvallo; y otro no lo firmó el 11 pero después pidió que se incorporara su firma, Radomiro Tomic. Claro, en noviembre del ’73 el mismo Tomic fue a hablar con el general Leigh, miembro de la Junta, y a ofrecerle su apoyo para un “plan revolucionario” económico y social, si la Junta deseaba emprenderlo.

Un típico DC es Sebastián Piñera, que cuando en su gobierno necesitó que los comunistas dejaran de acosarlo, les dio en el gusto, multiplicó las querellas contra militares y cerró el penal más decente, “Cordillera”, hacinando a los presos políticos uniformados en Punta Peuco.

Y después, estando todavía bajo en las encuestas, fulminó a los militares y la derecha en el 40° aniversario del 11, descalificando a los propios partidos que lo habían elegido, RN y la UDI, al llamarlos “cómplices pasivos” de violaciones a los derechos humanos. Es decir, les compró el libreto a los comunistas. Entonces éstos lo hicieron subir más en las encuestas.

Ahora ganó la reciente elección con evidentes votos DC –éstos saben reconocer a uno de los suyos—, sin mayor rechazo comunista (éstos no funan a quien satisface sus odios) y con furibundo apoyo de la derecha, que se tragó a Piñera como es con tal de que no caer en una “Chilezuela”.

Tanto miedo tenía la derecha que puso un apoderado en cada mesa, cosa que no había logrado nunca y por eso le habían robado la elección de Alessandri en 1970 y la de Lavín en 1999-2000, sacándoles por lo bajo un voto en cada mesa (que fue la diferencia de Allende con Alessandri y de Lagos con Lavín). Pues la izquierda siempre ha robado mucho mejor que la derecha, no sólo los votos.

Una frágil nieta mía me contó que había sido apoderada en La Pintana y tenido el coraje de representarle al presidente de la mesa que no siguiera contabilizando para Guillier los votos de Piñera, de modo que él tuvo que dejar de hacer trampa, porque había muchos testigos. Ni su abuelo ni la derecha nunca se habían atrevido a tanto. Y tal vez a eso se deba la ventaja conseguida el 17/12.

Y Piñera tiene que agradecerle también a Maduro, porque las escenas de la vida en Venezuela, similares a las de la UP en Chile en 1970-73, a diferencia de estas últimas, que han sido hechas desaparecer, se exhibían a diario en los noticieros y fueron un factor más que dio vuelta la elección.

Otro fue la generalísima de Piñera, Michelle Bachelet, cuyas reformas rechazaba la mayoría en la misma proporción que le dio el triunfo a Piñera.

En resumen, un DC que atraía votos DC, la colaboración de Maduro para revivir la UP, el miedo de la derecha, capaz de generar un apoderado en cada mesa y la mejor generalísima de campaña a que podía aspirar Piñera, Michelle Bachelet y sus reformas impopulares, explican su triunfo por casi diez puntos.

          Y, tranquilos, la DC no puede desaparecer, es demasiado chilena. Si no existiera, habría que inventarla. Si desaparece, hay que reemplazarla. Y, por lo que leemos en los diarios, tanto RN como la UDI están haciendo buenos esfuerzos para eso.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.cl/2018/01/el-camaleon-hace-explosion_9.html

viernes, 5 de enero de 2018

Vergüenza de Ser Chileno - por Hermógenes Pérez de Arce

          La madre del brigadier Miguel Krassnoff fue una noble rusa cuyo marido y suegro fueron ajusticiados por los comunistas en la Plaza Roja de Moscú, tras la segunda guerra mundial. Ella fue acogida por un diplomático chileno en Viena y traída al país, donde llegó con su hijo de meses y se desempeñó como traductora en el Ministerio de RR. EE., mientras vivía frugalmente en una modesta vivienda de la Av. Matta.

          No podía saber que su hijo heredaría la vocación militar en tales términos que, siendo adolescente y cursando la enseñanza pública, se presentó al director de la Escuela Militar, por sí y ante sí, para ingresar a esa institución. Éste le representó que necesitaba el permiso de sus padres, pero cuando la viuda fue a la dirección de la Escuela justamente manifestó que se oponía a los deseos de su hijo de ingresar a una carrera cuyo destino había sido tan aciago para su padre y su abuelo. Pero entre el director y el aspirante a cadete, que presentaba méritos propios, la convencieron, y así Miguel Krassnoff Martchenko se incorporó a la Escuela, luego desarrolló una impecable carrera militar y, como joven teniente, fue convocado a la DINA a cargo de interrogar a extremistas del movimiento subversivo MIR y dar cuenta de sus declaraciones. Esto lo hizo, según me expresó personalmente en una larga conversación que tuvimos hace veinte años, sin nunca torturar a nadie ni tolerar que en su presencia se torturara a nadie, lo cual era, además, innecesario, me señaló, porque siempre los interrogados le dieron amplia información.

          Uno de ellos le indicó el lugar donde residía clandestinamente el principal jefe del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, en 1974, y allí acudió, acompañado de una funcionaria y un funcionario de la DINA. Este último, cuando llegaron al domicilio, le advirtió que se echara cuerpo a tierra, pues había oído amartillar un fusil en el interior de la vivienda, desde donde recibieron sucesivas ráfagas. Mientras precariamente respondían el fuego, ocultándose tras un árbol, el teniente logró llamar desde una casa vecina a las fuerzas policiales, que rodearon el lugar, desde donde huyeron por tejados vecinos dos miristas y otro cayó abatido mientras intentaba hacer lo mismo. En el interior de la vivienda había una mujer embarazada armada y herida, que Krassnoff envió a un hospital. El caído resultó ser el principal cabecilla del MIR, Miguel Enríquez, quien todavía mostraba en su rostro el ojo morado que le había dejado un heroico agente de banco, de la sucursal Huelén del Banco de Chile, durante un asalto mirista de días antes. El agente, Julio Robinson del Canto, encañonado por Enríquez para que abriera la caja de caudales, le respondió con un golpe de puño que lanzó al suelo al terrorista. Éste ordenó a uno de sus secuaces, “¡bájalo!”, a raíz de lo cual disparó seis tiros a Robinson, quien, sin embargo, sobrevivió y recibió el testimonio de admiración y solidaridad de todos los sindicatos bancarios y de la ciudadanía entera, en 1974. Eran otros tiempos.

          La acción de Krassnoff, al enfrentar al principal jefe terrorista de entonces, fue reconocida por sus superiores y el Ejército de Chile le confirió la medalla “Al Valor” por su coraje.

          La ciudadanía estaba casi unánimemente reconocida de esta acción, pues sus representantes en el Parlamento, poco más de un año antes, habían convocado a las Fuerzas Armadas y Carabineros justamente para hacer lo que el teniente Krassnoff había hecho: enfrentar a un extremismo que pretendía tomar el poder por las armas, con la connivencia y complicidad del régimen de la Unidad Popular.

          La peligrosidad del MIR quedó de manifiesto después, cuando asesinó a mansalva al coronel Roger Vergara y después al Intendente de Santiago, general Carol Urzúa, y dos de sus escoltas.

          La exitosa lucha del Gobierno Militar para la tarea que los civiles le habían encomendado quedó de manifiesto cuando el país se pacificó, en tales términos de que ya en 1978 la cantidad de caídos en enfrentamientos se había reducido a sólo 9 en todo el año, mientras la nación se recuperaba del desastre unipopulista y el crecimiento económico superaba el 8 % anual.

          Pero los pueblos no suelen ser agradecidos con quienes han contraído grandes deudas por su servicio al interés nacional. Al contrario, en el caso chileno se ha permitido una persecución vergonzosa y tardía de quienes lo libraron del terrorismo extremista, la que ha sido llevada a cabo con la complicidad y a instancias de, justamente, quienes con más urgencia llamaron a los uniformados a salvarnos de la subversión marxista que quería tomar el poder por las armas: los políticos.

          Comenzó tal persecución con Aylwin disuadiendo, mediante una misiva abiertamente inconstitucional, a la Corte Suprema de aplicar la amnistía en la forma que dispone el código. Luego él formó una comisión ad hoc para sentar a los militares –a los cuales casi veinte años antes había acudido pidiéndoles auxilio-- en el banquillo de los acusados. En fin, después el país permitió que se desatara, con la activa participación del cómplice y sucesor de Aylwin, Sebastián Piñera, el más inicuo torrente de querellas sin fundamento legal, que ya desbordó el penal de Punta Peuco, inventando supuestos delitos inexistentes mediante “ficciones jurídicas” y figuras legales creadas en 2009, como los “delitos de lesa humanidad”.

          Así, se ha desatado la más increíble y odiosa persecución ilícita, respaldada en particular por los presidentes Aylwin y Piñera, haciendo víctimas a los militares de la venganza subversiva y acarreando para el otrora teniente Krassnoff –que debió dejar el Ejército con el grado de brigadier debido a la persecución judicial, pese a ostentar una impecable hoja de servicios y tener una vida personal y familiar ejemplar— un conjunto de condenas que ya suman cuatrocientos años de presidio, según algunas fuentes periodísticas y más de doscientos años según todas las demás. Es decir, presidio perpetuo “por servir a Chile”, como reza el título del libro biográfico de Kassnoff que escribió la historiadora Gisela Silva Encina.

          La última condena impuesta por el ministro Carroza desborda ya no sólo los límites de la juridicidad, sino del sentido común, al añadir diez años y un día al presidio perpetuo contra el representante de la tercera generación de militares de ascendencia rusa que cae víctima de la justicia roja.

          Así se completa el tránsito de lo que va de ayer a hoy: de la Medalla al Valor al Presidio Perpetuo. Vergüenza para Chile, vergüenza para los que tendieron una trampa a los militares, cuando vivían bajo el terror al extremismo armado, y luego de pasado el miedo los condenan por haberlos salvado. Vergüenza para las instituciones armadas, cuyos hombres cumplieron el deber que ellas les impusieron y a quienes incluso condecoraron por haberlo cumplido a cabalidad, y ahora miran para otro lado cuando el adversario hace escarnio del honor militar. Vergüenza para los abogados, cuyas instituciones representativas hasta a veces encubren la prevaricación de los jueces (ver mi blog del 27.03.15, censurado por la Revista del Abogado). Vergüenza para la “gran prensa” de opinión, que no opina nada ante el escarnio continuado que la judicatura de izquierda hace de la juridicidad. Vergüenza para los políticos de derecha, que inspiraron la acción del régimen militar y justificaron las medidas que debió tomar para derrotar a la subversión, y hoy consagran indultos y subsidios para la izquierda terrorista y hasta llegan a pedir que “esto no se tome como moneda de cambio para beneficiar a los militares”. Vergüenza para una ciudadanía que respalda con sus votos y sus opiniones a los perseguidores de los militares, a sus cómplices y encubridores.

          Y, en fin, leyendo el fallo de Carroza contra Krassnoff –en el cual se apiada de sus dos acompañantes del 5 de octubre de 1974, una secretaria y un agente, a quienes condena sólo a tres años y un día de libertad vigilada— he sentido franca vergüenza de ser chileno.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.cl/2018/01/verguenza-de-ser-chileno.html

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